Alquilar una vivienda puede ser una excelente fuente de ingresos, pero también una fuente de problemas si no eliges al inquilino adecuado. Morosidad, falta de cuidado de la propiedad, conflictos legales… muchos de estos riesgos pueden reducirse si haces una buena selección desde el principio.
En este artículo te contamos cómo elegir al inquilino ideal de forma objetiva, legal y eficaz.
1. Define qué tipo de inquilino estás buscando
Antes de empezar a recibir llamadas o visitas, ten claro a qué perfil te diriges:
-
> ¿Buscas una pareja joven, una familia, un profesional independiente, estudiantes?
-
> ¿Te importa si tienen mascotas o no?
-
> ¿Quieres alguien para larga estancia o aceptas alquiler temporal?
Tener un perfil ideal definido te ayudará a filtrar más rápido y a evitar visitas innecesarias.
2. Pide documentación básica y verifícala
Solicita siempre al candidato:
-
> Copia del DNI o NIE.
-
> Contrato de trabajo o prueba de ingresos estables.
-
> Las últimas nóminas o recibos de autónomo.
-
> Referencias de alquiler anteriores (si las tiene).
-
> En algunos casos, vida laboral o extracto bancario.
Asegúrate de que los documentos sean auténticos. Puedes pedir autorización para hacer una verificación de solvencia si tienes dudas.
3. Evalúa la solvencia económica
Una regla habitual es que el inquilino no destine más del 30-40% de sus ingresos mensuales al pago del alquiler. Esto ayuda a garantizar que podrá pagar sin problemas.
Si no cumple con este criterio pero te interesa el perfil, puedes pedir:
-
> Un aval bancario o personal.
-
> Uno o dos meses extra de depósito (según la ley local).
-
> Firmar un contrato solidario con un garante (familiar o pareja).
4. Valora la actitud y el trato personal
La entrevista o la visita al piso es clave para captar señales:
-
> ¿Es puntual, educado y respetuoso?
-
> ¿Hace preguntas claras y muestra interés real?
-
> ¿Parece tener intención de cuidar la vivienda?
Escuchar más allá de los números puede ayudarte a encontrar un inquilino comprometido, que valore el piso como si fuera suyo.
5. Confirma que entiende y acepta las condiciones del contrato
Antes de firmar, asegúrate de que el inquilino entienda bien:
-
> Cuánto es el alquiler y qué incluye.
-
> Duración del contrato y condiciones de prórroga.
-
> Política sobre mascotas, subarriendos, reformas o empadronamiento.
-
> Responsabilidades en cuanto a mantenimiento y reparaciones.
Revisa el contrato juntos y resuelve cualquier duda antes de firmar. Eso evita malentendidos y genera confianza mutua.
6. Señales de alerta que debes tener en cuenta
Ten cuidado si:
-
> El interesado quiere pagar en efectivo y sin contrato.
-
> Se muestra evasivo con la documentación o pone excusas.
-
> Pide entrar “de inmediato” sin negociar condiciones.
-
> Tiene un historial de impagos o conflictos con antiguos arrendadores.
7. Considera un seguro de impago
Aunque tengas buen ojo eligiendo inquilinos, nadie está 100% libre de riesgos. Puedes contratar un seguro de impago de alquiler, que además incluye estudios de solvencia y cobertura legal. Es una buena inversión si quieres tranquilidad extra.
Conclusión
Elegir al inquilino perfecto no es cuestión de suerte, sino de criterio, información y prevención. Tómate el tiempo necesario, revisa bien la documentación y escucha tanto lo que dicen como lo que no dicen.
Un buen inquilino te ahorra problemas, te cuida el piso y te da estabilidad a largo plazo.