Cómo gestionar las reparaciones y mantenimientos

hace 7 meses

Mantener una vivienda en buen estado es fundamental para conservar su valor y garantizar la satisfacción del inquilino. Una gestión adecuada de reparaciones y mantenimientos evita problemas, reduce gastos a largo plazo y fomenta relaciones de confianza.

Aquí te explicamos cómo hacerlo de forma eficaz y ordenada.
 



1. Define responsabilidades claras en el contrato

 

Desde el inicio, es fundamental establecer qué tipo de reparaciones corresponden al propietario y cuáles al inquilino. Por ejemplo:

  • > El propietario suele ser responsable de reparaciones estructurales, instalaciones eléctricas y de fontanería, y mantenimiento general.

  • > El inquilino debe encargarse del cuidado cotidiano y de daños ocasionados por mal uso.

Un contrato claro evitará malentendidos.
 



2. Establece un canal de comunicación directo

 

Facilita que el inquilino te informe rápidamente de cualquier avería o problema, ya sea por teléfono, email o una app de gestión. Cuanto antes se detecte un fallo, más fácil será solucionarlo y evitar mayores daños.
 



3. Inspecciona periódicamente la vivienda

 

Realiza revisiones regulares, con el consentimiento del inquilino, para detectar posibles problemas ocultos o prevenir desperfectos futuros. Esto ayuda a mantener la vivienda en óptimas condiciones.
 



4. Contrata profesionales de confianza

 

Ten a mano contactos de técnicos, electricistas, fontaneros y otros especialistas fiables y con experiencia. Evitarás sorpresas desagradables y reparaciones mal hechas.
 



5. Prioriza las reparaciones urgentes

 

Atiende con rapidez los problemas que afecten la habitabilidad o seguridad, como averías en la calefacción, fugas de agua o cortes eléctricos. Esto mejora la experiencia del inquilino y evita daños mayores.
 



6. Guarda un registro de reparaciones y gastos

 

Lleva un control detallado de todas las intervenciones, costes y facturas. Esto te ayudará a gestionar mejor el mantenimiento y a justificar gastos en caso de futuras reclamaciones.
 



7. Considera un plan de mantenimiento preventivo

 

Programar revisiones y cuidados periódicos (limpieza de canalones, revisión de calderas, pintura) puede alargar la vida útil de la vivienda y evitar reparaciones costosas.
 



8. Comunicación transparente con el inquilino

 

Informa siempre al inquilino sobre las reparaciones programadas y tiempos estimados. Esto genera confianza y evita molestias o malentendidos.
 



Conclusión

 

Gestionar bien las reparaciones y el mantenimiento es clave para preservar tu inversión y mantener una buena relación con tus inquilinos. Planifica, comunica y actúa con rapidez para asegurar el buen estado de tu vivienda.

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