El certificado energético es un documento oficial que indica la eficiencia energética de un edificio o vivienda, es decir, cuánto consume de energía para mantener condiciones confortables de temperatura y habitabilidad. En España, este certificado es obligatorio tanto para la venta como para el alquiler de inmuebles.
¿Qué mide el certificado energético?
El certificado clasifica la vivienda o edificio en una escala que va desde la letra A (máxima eficiencia energética) hasta la letra G (mínima eficiencia). Esta calificación se basa en aspectos como:
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Aislamiento térmico de paredes, techos y ventanas.
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Sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente.
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Tipo y eficiencia de los electrodomésticos.
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Ventilación y orientación del inmueble.
¿Por qué es importante?
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Ahorro económico: Las viviendas con mejor calificación energética consumen menos energía para calefacción, aire acondicionado o agua caliente, lo que reduce significativamente las facturas de luz y gas.
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Impacto ambiental: Al usar menos energía, se emiten menos gases contaminantes y se reduce la huella de carbono, contribuyendo a combatir el cambio climático.
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Valor del inmueble: Una buena eficiencia energética puede aumentar el valor de mercado de la vivienda y hacerla más atractiva para compradores o inquilinos.
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Cumplimiento legal: Es obligatorio presentar el certificado energético en transacciones inmobiliarias, y su ausencia puede implicar sanciones.
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Mejora del confort: Las viviendas eficientes mantienen mejor la temperatura interior, evitando excesos de frío o calor y mejorando la calidad de vida.
¿Cómo obtenerlo?
El certificado debe ser elaborado por técnicos cualificados (arquitectos, ingenieros o técnicos especializados), quienes evalúan el inmueble y emiten el documento válido durante 10 años.
En resumen, el certificado energético es una herramienta clave para fomentar viviendas más eficientes, sostenibles y económicas, facilitando decisiones informadas tanto para propietarios como para inquilinos o compradores.