1. Grandes capitales, especialmente Madrid y Barcelona
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En barrios céntricos y algunas zonas consolidadas de Madrid y Barcelona, los precios han dejado de subir o incluso han bajado ligeramente.
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Esto se debe al agotamiento de la demanda por los altos precios y la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, que limita subidas en zonas tensionadas.
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Además, la menor llegada de nuevos residentes y la salida de algunos inquilinos a periferias han reducido la presión.
2. Ciudades con pérdida demográfica o económica
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Algunas ciudades del interior y del norte de España con descenso poblacional o menor actividad económica han visto caídas en el precio de los alquileres.
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Ejemplos: ciertas áreas de Castilla y León, Aragón o Extremadura, donde la demanda es baja y la oferta se mantiene o crece.
3. Zonas costeras con menor demanda turística
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En localidades turísticas que han visto un descenso en la llegada de turistas o profesionales móviles, el alquiler temporal ha bajado y ha influido en el mercado general.
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Esto ha afectado a municipios pequeños o medianos en ciertas partes de la Costa Blanca o Costa Cálida.
4. Municipios con aumento significativo de oferta
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En pueblos y ciudades donde se han completado promociones nuevas o se ha liberado oferta residencial para alquiler, el aumento de disponibilidad ha generado una bajada o estabilización.
Factores clave para la bajada o moderación de precios
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Topes legales en zonas tensionadas que frenan subidas.
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Desplazamiento de demanda a periferias o ciudades más económicas.
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Menor atractivo económico o demográfico en ciertas áreas.
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Aumento puntual de la oferta en determinadas localidades.